¿Cómo entendemos la salud mental?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Esta visión es similar a la que ya nos ofrecía el neurólogo Sigmund Freud hace más de un siglo, quien nos orientaba a pensar que la esencia de la salud mental radica en saber amar y trabajar.
La salud mental va más allá de la simple ausencia de trastornos mentales. Implica un equilibrio integral que abarca tanto la ausencia de dificultades psicológicas como el desarrollo personal y el bienestar emocional. Esto significa, no solo superar los desafíos psicológicos, sino también cultivar un sentido de crecimiento personal, establecer metas significativas y alcanzar un estado de satisfacción vital.
La salud mental es un derecho humano fundamental que merece una atención prioritaria. Como señaló el cirujano David Satcher, “no hay salud sin salud mental”, para hacernos comprender que la salud mental es un componente indispensable de la salud en general. Sin una buena salud mental, el bienestar físico y emocional de la persona se ve comprometido.
«En un mundo gobernado por la crueldad, el egoísmo y el odio, debemos resistir la tentación de convertirnos en ellos. Cuando miro al mundo, soy pesimista; pero cuando miro a las personas, soy optimista. Creo en la capacidad del hombre para elegir el bien sobre el mal.»
Erich Fromm