El Trastorno del espectro autista
Una mirada integral
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición de origen neurobiológico que influye en el desarrollo cerebral y acompaña a la persona a lo largo de su vida. Su impacto se manifiesta principalmente en tres áreas fundamentales: la comunicación, la interacción social y el comportamiento de quienes lo presentan.
Aunque cada persona es única y puede presentar diferentes niveles de afectación, existen ciertos patrones comunes que ayudan a su identificación y comprensión. Por lo que, en este blog, explicaremos en qué consiste el trastorno, sus principales manifestaciones y las estrategias que pueden favorecer el bienestar de las personas que lo presentan.
¿Qué es el TEA?
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo que influye en la manera en que una persona percibe el mundo y se relaciona con los demás. No es una enfermedad ni tiene una causa única, sino que se asocia con factores genéticos y ambientales que pueden aumentar el riesgo de presentarlo. Algunos de los factores más destacables son: infecciones virales durante el embarazo, exposición a contaminantes o la edad avanzada de los padres.
Se le denomina «espectro» porque las manifestaciones varían considerablemente de una persona a otra. Mientras que algunas personas con TEA requieren apoyo significativo en su vida diaria, otras pueden ser completamente independientes.
Este trastorno se caracteriza por dificultades en la comunicación e interacción social, así como por patrones de comportamiento restringidos y repetitivos. Sin embargo, también puede incluir habilidades específicas y talentos en áreas concretas.
Principales manifestaciones
Aunque el TEA puede presentarse de diversas formas según la persona y su entorno, algunos de los síntomas más frecuentes incluyen:
- Dificultades en la comunicación e interacción social: Estas personas pueden tener dificultades a la hora de mantener una conversación fluida, comprender el lenguaje tanto verbal como no verbal y captar las intenciones de los demás. A menudo, muestran una expresión emocional reducida y les cuesta interpretar las emociones de aquellos con los que interactúan. Lo cual les suele llevar a desafíos al establecer relaciones interpersonales, ya que por lo general, presentan escaso interés en las interacciones sociales e incluso dificultades para hacer y mantener amistades.
- Comportamientos repetitivos y patrones de interés restringidos: Son personas que muestran comportamientos repetitivos, como el balanceo, el aleteo de manos o la ecolalia (repetición de palabras o frases). Además, suelen tener una fuerte preferencia por las rutinas estrictas y cierta resistencia a los cambios en su entorno o en su día a día. También pueden desarrollar intereses intensos en temas específicos, a los cuales dedican gran parte de su atención y energía.
- Hipersensibilidad o hiposensibilidad sensorial: Las alteraciones en el procesamiento sensorial son muy comunes en estas personas. Algunas reaccionan de manera intensa ante ciertos estímulos, como sonidos, olores, luces brillantes, texturas específicas, etc. lo que les genera ansiedad o cierta incomodidad. Y en otros casos, muestran una respuesta escasa ante determinados estímulos del entorno, como por ejemplo no notar el frío/el calor o sentir indiferencia ante el dolor, lo cual puede afectar su bienestar y seguridad.
Impacto en la vida diaria
Al ser una condición de vida, el TEA afecta a diferentes ámbitos de la vida de una persona, desde la infancia hasta la adultez. Algunos de los desafíos más habituales son:
- Ambiente escolar y laboral: Puede haber dificultades para adaptarse a las normas sociales, organizar tareas y gestionar el tiempo.
- Relaciones interpersonales: La comunicación puede ser desafiante para ellos, lo que a veces genera cierto aislamiento social.
- Regulación emocional: Estas personas pueden experimentar altos niveles de ansiedad y frustración ante cambios inesperados o situaciones sociales complejas.
Estrategias para favorecer el bienestar
Si bien el TEA no tiene cura, existen diversas estrategias que pueden mejorar la calidad de vida de quienes lo presentan y de sus familias. Algunas de ellas incluyen:
- Intervención temprana y apoyo especializado: La detección precoz y la atención profesional son clave para potenciar el desarrollo de habilidades comunicativas y sociales.
- Terapia psicológica y ocupacional: Las terapias cognitivo-conductuales pueden ayudar en la regulación emocional y el manejo de la ansiedad. La terapia ocupacional es útil para mejorar la autonomía en actividades diarias.
- Adaptaciones en el entorno: Facilitar rutinas estructuradas, emplear pictogramas o apoyos visuales, y proporcionar espacios tranquilos puede reducir la sobrecarga sensorial y mejorar la adaptación.
- Apoyo familiar y social: Las personas con TEA se benefician del apoyo de su entorno. La psicoeducación a familias y docentes es fundamental para fomentar la inclusión y la comprensión.
Desmontando mitos sobre el TEA
Existen muchas ideas erróneas sobre este trastorno. Algunos de los mitos más comunes son:
- «Las personas con TEA no tienen emociones.» En realidad, sienten y expresan emociones, aunque de manera diferente.
- «Las personas con TEA no quieren socializar.» Muchas personas con TEA desean relacionarse, pero como suelen tener dificultades para entender las normas sociales y la comunicación no verbal, en muchas ocasiones evitan las interacciones sociales o los contextos en los que se requiera entablar conversación con un grupo amplio.
- «Todas las personas con TEA son genios.» Aunque algunas tienen habilidades excepcionales y en ocasiones puede estar asociado con altas capacidades o un cociente intelectual alto, la variabilidad es amplia.
- «Las personas con TEA no pueden llevar una vida independiente.» Con el apoyo adecuado, muchas personas con TEA logran estudiar, trabajar y tener una vida autónoma.
Conclusión
El Trastorno del Espectro Autista es una condición compleja que requiere comprensión, apoyo y estrategias adecuadas para potenciar el bienestar de quienes lo presentan. Con el acompañamiento profesional y un entorno inclusivo, es posible fomentar su desarrollo y participación plena en la sociedad.
Si sospechas que tú o alguien cercano podría estar dentro del espectro autista, buscar ayuda especializada puede marcar la diferencia. En ANAM Psicología, estaremos dispuestos y encantados de ayudarte y acompañarte en este proceso.