¿Estoy padeciendo una depresión?
Sentirse decaído de vez en cuando es una parte normal de la vida, pero cuando las emociones como la desesperanza y la desesperación se apoderan y no desaparecen, es posible que padezcas depresión. Más que simplemente tristeza en respuesta a los reveses de la vida, la depresión cambia la forma en que piensas, sientes y actúas frente a las actividades diarias. Puede interferir con tu capacidad para trabajar, estudiar, comer, dormir y disfrutar de la vida. Simplemente tratar de pasar el día puede convertirse en algo abrumador.
Mientras algunas personas describen la depresión como «vivir en un agujero negro» o tener una sensación de fatalidad inminente, otras se sienten sin vida, vacías y apáticas. Los hombres en particular pueden sentirse enfadados e inquietos. Sea cual sea tu experiencia con el problema, si no se interviene, puede convertirse en una condición de salud muy grave. Es importante recordar que los sentimientos de impotencia y desesperanza son síntomas propios de la depresión, no la realidad de tu situación. No importa cuánto malestar sufras, puedes mejorar.
Al reconocer los diferentes síntomas característicos de un cuadro de depresión, puedes dar los primeros pasos para pedir ayuda profesional y superar el problema.
Signos y síntomas de la depresión
La depresión varía de una persona a otra, pero hay algunos signos y síntomas comunes. Es importante recordar que estos síntomas pueden ser parte de los altibajos normales de la vida. Pero cuantos más síntomas tengas, más fuertes sean y más tiempo hayan durado, es más probable que estés lidiando con una depresión.
- Sentimientos de impotencia y desesperanza: una perspectiva sombría, “nada mejorará y no hay nada que puedas hacer para mejorar tu situación”.
- Pérdida de interés en las actividades diarias: ya no te importan tus hobbies, actividades sociales o el sexo. Has perdido tu capacidad de sentir alegría y placer.
- Cambios en el apetito o el peso: pérdida o aumento de peso significativo, un cambio de más del 5% del peso corporal en un mes.
- Cambios en el sueño: insomnio, especialmente despertarse temprano en la mañana, o dormir en exceso.
- Ira o irritabilidad: sentirse agitado, inquieto o incluso violento. Tu nivel de tolerancia es bajo, tu temperamento corto y todo y todos te molestan.
- Pérdida de energía: sentirse fatigado, lento y físicamente agotado. Todo tu cuerpo puede sentirse pesado y hasta las pequeñas tareas son agotadoras o toman más tiempo para completarse.
- Autodesprecio: sentimientos fuertes de inutilidad o culpa. Te criticas duramente por fallas y errores percibidos.
- Comportamiento imprudente: participas en conductas de escape como el abuso de sustancias, el juego compulsivo, la conducción temeraria o deportes peligrosos.
- Problemas de concentración: dificultad para concentrarse, tomar decisiones o recordar cosas.
- Dolores y molestias inexplicables: un aumento en las quejas físicas como dolores de cabeza, dolor de espalda, músculos doloridos y dolor de estómago.
¿Cómo podemos ayudarte?
En ANAM PSICOLOGÍA, contamos con un equipo de profesionales altamente capacitados, incluyendo psicólogos y psiquiatras, que están aquí para ayudarte a superar estos síntomas. Nuestros psicólogos se especializan en terapias individuales y grupales, ofreciendo un espacio seguro y de apoyo para hablar sobre tus pensamientos y sentimientos, desarrollar estrategias de afrontamiento y trabajar en conjunto para mejorar tu bienestar emocional. Los psiquiatras de nuestra clínica pueden evaluar tu condición y, si es necesario, prescribir medicamentos que pueden ayudar a equilibrar los químicos en tu cerebro y mejorar tu estado de ánimo.
Combinando la terapia y el tratamiento médico, nuestro enfoque integral asegura que recibas el apoyo y la atención que necesitas para recuperar tu vida y bienestar. Estamos comprometidos a ayudarte en cada paso del camino hacia tu recuperación.