Psicoterapia breve

La psicoterapia breve es un enfoque terapéutico que se caracteriza por su orientación clara hacia objetivos específicos, su enfoque práctico y su duración limitada en el tiempo. A diferencia de las terapias tradicionales de larga duración, la psicoterapia breve se centra en intervenciones focalizadas que buscan generar cambios significativos en un plazo reducido, generalmente entre 6 y 20 sesiones.

Este tipo de intervención puede integrarse desde diversas corrientes psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia psicodinámica, la terapia sistémica o la terapia estratégica. Su característica común es el trabajo centrado en una problemática delimitada, con una clara definición de objetivos terapéuticos y una participación activa tanto del terapeuta como del paciente.

La psicoterapia breve es especialmente útil en casos donde se desea abordar un problema concreto, como la ansiedad, el estrés, la toma de decisiones, conflictos de pareja o crisis vitales, de forma eficiente y dirigida. También es muy útil en contextos clínicos donde el tiempo o los recursos son limitados, sin sacrificar la calidad ni la profundidad del trabajo terapéutico.

A lo largo del proceso, se prioriza el uso de técnicas enfocadas al cambio, la identificación de patrones de conducta o pensamiento disfuncionales, y la activación de los recursos personales del paciente. En muchos casos, la psicoterapia breve puede ser el inicio de un proceso más largo o funcionar como una intervención puntual para restaurar el equilibrio emocional.

Otros enfoques

Terapia sistémica

Terapia EMDR

Mindfulness

Terapia integradora

Terapia psicodinámica

Terapia humanista

Terapia cognitivo-conductual

Terapia basada en la mentalización

Programación neurolingüística

«La solución no siempre está relacionada con el problema.»

Steve de Shazer