La corriente sistémica incorpora en la psicoterapia una mirada relacional que pasa del individuo al contexto, contemplando los distintos sistemas a los que pertenece y los modos en los que interactúa con éstos, como base fundamental para entender a la persona.

Su abordaje integra recursos muy variados de distintos autores que ayudan a formalizar la corriente, tales como la importancia de la comunicación (Gregory Bateson, Paul Watzlawick), la familia como sistema nutricio y fundamental en el desarrollo de la persona (Murray Bowen, Salvador Minuchin, Mara Selvini), la terapia narrativa como premisa para elaborar nuestra historia, la construcción de nuestra identidad o problemáticas del día a día (David Epston, Michael White), entre las más destacadas.

Como marco global, en sistémica trabajamos desde una perspectiva antropológica, donde el «Yo» es un ser afectivo que aprende en la terapia a lo que llamamos educar el afecto, fomentando el autoconocimiento, entendiendo los patrones relacionales a los que pertenecemos y el cómo estas interacciones marcan nuestra vida a lo largo del ciclo vital.